Desde hace varios años, pueblos y comunidades Indígenas en el Sureste de México, que comprende Estados como Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, se enfrentan a todo tipo de megaproyectos en sus territorios. Cientos de hectáreas de selvas han sido devastadas para dar paso a monocultivos de soya, sorgo y arroz; también para la instalación de mega granjas de cerdos, parques eólicos y fotovoltaicos, y recientemente, para el paso del llamado Tren Maya.
En San Francisco Suc-Tuc, municipio de Hopelchén, Campeche, México, en el año 2017 comenzó una lucha por la autonomía; esto ocurrió después de que líderes comunitarios se percataron del desvío de recursos económicos por parte de autoridades del Ayuntamiento, así como advirtieron la división que generan los partidos políticos al interior de las comunidades Indígenas. Hoy, después de varios años de lucha, y tras el injusto encarcelamiento de líderes comunitarios, en San Francisco Suc-Tuc se continúa caminando rumbo a la autonomía.
El derecho al consentimiento libre, previo e informado se encuentra estipulado en leyes nacionales e internacionales y se puede aplicar en la defensa de las tierras cuando se pretende realizar un proyecto que cause daños irreparables.