El agua es un bien común imprescindible para la vida, sin embargo, muchos pueblos y comunidades Indígenas carecen de acceso a agua limpia y potable. Durante la pandemia por Covid-19, este vital líquido ha resultado aún más importante en la preparación de alimentos y medicinas, el aseo personal y el lavado constante de las manos. No obstante, para millones de personas este servicio es irregular o nulo, afectando principalmente a las mujeres Indígenas, que son las responsables del cuidado de la familia.
El Estado debe obtener el consentimiento libre, previo e informado antes de aprobar cualquier proyecto de desarrollo que afecte las tierras y recursos de los pueblos indígenas.