Durante la pandemia de Covid-19, las mujeres han tenido un papel fundamental, respondiendo con eficacia a las necesidades que trajo consigo esta contingencia sanitaria. No obstante, se acrecentaron las dificultades para el ejercicio de su derecho a la participación política y se enfrentaron, entre otras cosas, a un incremento en las jornadas de cuidados hacia sus familias, a mayor marginación y violencia.
Durante la pandemia de Covid-19, las mujeres han tenido un papel fundamental, respondiendo con eficacia a las necesidades que trajo consigo esta contingencia sanitaria. No obstante, se acrecentaron las dificultades para el ejercicio de su derecho a la participación política y se enfrentaron, entre otras cosas, a un incremento en las jornadas de cuidados hacia sus familias, a mayor marginación y violencia.
Durante la pandemia de Covid-19, las mujeres han tenido un papel fundamental, respondiendo con eficacia a las necesidades que trajo consigo esta contingencia sanitaria. No obstante, se acrecentaron las dificultades para el ejercicio de su derecho a la participación política y se enfrentaron, entre otras cosas, a un incremento en las jornadas de cuidados hacia sus familias, a mayor marginación y violencia.
A lo largo de la historia de la humanidad, las prendas que cubren nuestro cuerpo se han ido transformando de acuerdo a nuestras necesidades, al clima e incluso a tendencias estéticas. En estos tiempos de la pandemia por Covid-19 se ha añadido una nueva prenda: el cubrebocas.
A lo largo de la historia de la humanidad, las prendas que cubren nuestro cuerpo se han ido transformando de acuerdo a nuestras necesidades, al clima e incluso a tendencias estéticas. En estos tiempos de la pandemia por Covid-19 se ha añadido una nueva prenda: el cubrebocas.
A los Pueblos Indígenas del mundo históricamente se nos ha negado el pleno ejercicio de nuestro derecho a la salud, los Estados-nación han limitado nuestro acceso a servicios de salud adecuados a pesar de que este derecho se contempla en acuerdos y tratados internacionales como el convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
A los Pueblos Indígenas del mundo históricamente se nos ha negado el pleno ejercicio de nuestro derecho a la salud, los Estados-nación han limitado nuestro acceso a servicios de salud adecuados a pesar de que este derecho se contempla en acuerdos y tratados internacionales como el convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, que permite a la persona realizar sus actividades, hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad; es decir, la salud no es únicamente la ausencia de trastornos o enfermedades físicas o mentales.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, que permite a la persona realizar sus actividades, hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad; es decir, la salud no es únicamente la ausencia de trastornos o enfermedades físicas o mentales.
Durante la pandemia de Covid-19, las mujeres han tenido un papel fundamental, respondiendo con eficacia a las necesidades que trajo consigo esta contingencia sanitaria. No obstante, se acrecentaron las dificultades para el ejercicio de su derecho a la participación política y se enfrentaron, entre otras cosas, a un incremento en las jornadas de cuidados hacia sus familias, a mayor marginación y violencia.